miércoles, 18 de julio de 2012

Ensoñación

No puedo esperarte toda la vida, al menos no despierta.
Asómate a mis sueños cuando la luz se apague, cuando la luna esté alta en el cielo y las cigarras canten. Mi respiración calmada te dirá que estoy dormida, pero desde el subconsciente sigo invitándote a entrar. Podrás ver una sola imagen, guardada en mi retina, que se repite cada noche en mis sueños. No creas que estás ante un espejo, es solo el reflejo de tu hechizo, que me incita a pensarte incluso en sueños, donde mis más profundos deseos pueden vagar a sus anchas sin miedo. Allí te esperaré siempre.

Libertad


¿Quieres volar? Ven, yo te enseñaré. Toma mi mano, no la sueltes jamás y no dejaré que te caigas. Ahora extiende tus alas, siente el viento acariciando tus plumas. Cierra los ojos, no escuches, solo siente. Eso que te oprime el pecho es el ansia de libertad, déjala salir y vuela. Gira en cada nube, planea y déjate caer para remontar el vuelo en el último segundo, cuando todo parezca perdido. Regresa de vez en cuando al suelo, pero no te dejes atrapar por la comodidad de su planicie. Una vez que has sentido el viento huracanado silbar entre tus plumas, sabes que podrás elevarte hasta lo más alto siempre que quieras. Ese es tu destino, no te conformes y lucha. Tienes un poder que muchos otros desean, aprovéchalo y vive, experimenta, vuela.