¿Quieres volar? Ven, yo te enseñaré. Toma mi mano, no la
sueltes jamás y no dejaré que te caigas. Ahora extiende tus alas, siente el
viento acariciando tus plumas. Cierra los ojos, no escuches, solo siente. Eso
que te oprime el pecho es el ansia de libertad, déjala salir y vuela. Gira en
cada nube, planea y déjate caer para remontar el vuelo en el último segundo,
cuando todo parezca perdido. Regresa de vez en cuando al suelo, pero no te
dejes atrapar por la comodidad de su planicie. Una vez que has sentido el
viento huracanado silbar entre tus plumas, sabes que podrás elevarte hasta lo
más alto siempre que quieras. Ese es tu destino, no te conformes y lucha.
Tienes un poder que muchos otros desean, aprovéchalo y vive, experimenta,
vuela.
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