Pero pronto descubrió que sin frío no hay calor, que sin
blanco no hay negro. No podría ser feliz sin sufrir, pero no se sentía
preparada para abandonar aquel mullido colchón que había preparado para sí
misma. Y entonces ese mundo desapareció, porque una vida sin fin no es vida.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Evasión
No quiso saber más del mundo y escapó. No conocía otra forma
de hacerlo que sumergiéndose en sus propios pensamientos, en un mundo creado
por y para ella, donde todo tiene cabida. Ya no supo más de sufrimientos, de
guerras ni de maldad.
Arraigado
No es fácil. Sentirlo y no saber expresar con palabras lo
que llevas tan dentro. Sería todo tan sencillo si pudiera gritarlo a los cuatro
vientos y ver cómo esos sentimientos se elevan hasta el infinito para no
volver. Pero no. Están anclados en su corazón, en su cabeza, en cada poro de su
piel. Desearía dejarlos escapar, pero no quieren irse.
Pasan las horas, pasan los días, pasan los meses, pero todo
sigue ahí, intacto como el primer día. Aun a riesgo de exagerar, más impactante
que el primer día. Esa es la palabra, impactante. Todo lo que le rodea, cada
momento que le recuerda aquello es un pequeño impacto contra sus sentimientos.
Pero no debe olvidar que un impacto puede parar un corazón,
o devolverlo de entre los muertos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)