domingo, 29 de mayo de 2011

Carta a mi querido tú


Querido tú:

Te escribo hoy para contarte lo que no puedo contarle a nadie más. Sé que no lo entenderían, y es que a veces ni yo misma me entiendo. 
Le conocí un día porque me le presentó un amigo, y pensé: “Ey, no está mal, pero seguro que tiene novia”. Y no me equivocaba, la tiene. Afortunadamente no es de aquí y se ven poco, pero sigue siendo un obstáculo. Con el paso del tiempo empezó a caerme bien, me di cuenta de que no sabe el efecto que causa en las chicas, y eso me atraía; la inocencia con la que hablaba dejaba ver que solo era un niño atrapado en un cuerpo de adulto, ¡y qué cuerpo! Todas mis amigas andaban detrás de él, pero para mí solo era uno más. Sin embargo, poco a poco las demás eligieron a otros, y de repente me encontré sola con él. No paraba de hacerme cumplidos. Qué guapa estás. Me gusta tu pulsera. Dime algo bonito. Y esa noche de fiestas en la que escuche la frase “Por fin tu y yo solos”, lo comprendí. Aunque solo bromeaba, me gustaba seguirle el juego, conseguía hacerme sonreír, y un escalofrío recorrió mi espalda cuando sus manos se apoyaron en mi cuello.
Querido tú, espero que aún sigas escuchando, porque mis pensamientos son tan complejos que temo no estar explicándome bien y que te hayas perdido entre ellos. Su insistencia en averiguar en cuántos chicos me había fijado esa noche me hizo desear saltar a sus brazos y susurrar que solo en él, pero no dejaba de decirme lo mucho que echaba de menos a su novia. No soy quien para meterme entre ellos, pero pensar que no soy lo suficientemente buena es lo que me ha impedido conseguir lo que proponía durante todos estos años.
Espero que tú, mi querido tú, me ayudes a aclarar mis pensamientos, y espero que tu respuesta no llegue demasiado tarde, porque temo que este loco corazón mío me lleve a cometer una locura.

Te quiere, una chica difícil de entender.

domingo, 8 de mayo de 2011

7deMayo2011


Perdonad si lo que escribo no es coherente, pero es que estoy llorando. De felicidad, porque después de tanto tiempo he visto mi sueño hecho realidad. Tras tres años esperando que vinieran a España, sin poder ir a sus conciertos, soñando con ellos, llevando sus letras muy dentro de mí, por fin los vi. Cuando compré la entrada todavía quedaba medio año, parecía una eternidad, pero ayer fue el día.No pude evitar llorar cuando vi los ojos de Harry clavarse en mí mientras saludaban por la ventana, y cuando por fin salieron al escenario consiguieron lo imposible. Reí, lloré, canté y grité todo al mismo tiempo, y es que solo ellos pueden hacerme sentir de ese modo. No podía creer que estuvieran tan cerca de mí, ellos, mis ídolos: McFly. Durante hora y media fui la persona más feliz del mundo, y cuando cantaron "but McFly's here forever" no pude evitar volver a llorar. Y es que es cierto, McFly estará para siempre en cada corazón que haya tocado una canción suya, en cada labios que hayan tarareado, en definitiva, en cada persona que sienta que sin ellos y sin su música the world would be a lonely place.
Me encanta llorar por ellos, sobre todo si es por la alegría de saber que estuvieron allí y que por instante cantaron para mí.

It's not always easy, but McFly's here forever (LL)

sábado, 12 de febrero de 2011

El final

Por fin llegaba un resquicio de luz, una pizca de esperanza que gritaba que todo iría bien. Pero una vez más la intuición tenía razón.
Y ahora solo me queda fingir estar bien cuando lo único que quiero es llorar.

lunes, 24 de enero de 2011

Ganas de locura, ganas de ti

Ganas de volverme loca
es lo que siento al verte
al sentir tu voz
en mis oídos.

Ganas de volverme loca
al sentir tus manos en las mías
al notar tu olor en el aire
un aire helado y frío.

Ganas de volverme loca
al sentirte cerca mío
al poder mirarte y no verte
al sentirte y no tenerte.

Ganas de volverme loca
o de cometer una locura
para hacer realidad un sueño
en que tú eres la respuesta
y yo la duda.

domingo, 23 de enero de 2011

Maldito San Valentín

Te odio por no estar aquí, cuando más te necesito. Tengo demasiadas ganas de llorar para poder mirarte a los ojos y pedirte que me abraces, que no te vayas nunca. Porque te necesito, porque sin ti no sé vivir.
Solo sé que ayer me hiciste tan feliz, y ahora estoy viendo una y otra vez esas fotos en las que la abrazas a ella. Desearía ser yo a la que estrechas entre tus brazos, a la que miras con esos ojos de enamorado en este día tan horrible. Es horrible porque deseo que ella no existiera, que nunca hubiera nacido. Porque la odio por tener todo aquello con lo que yo solo puedo soñar.
Nunca me ha gustado este día. Solo recuerdo con especial cariño aquel en el que sentí que me querías, como un inocente amor de niños que para mí lo era todo. Y hoy, seis años después, estoy aquí de nuevo, soñando contigo. Como ese príncipe al que espero en lo alto de la torre, un hermoso príncipe que se parece demasiado a ti, montado en un corcel, que viene a salvarme y me lleva en sus brazos hasta el cielo.
Porque tú eres el responsable de las lágrimas que caen en la almohada cuando despierto y recuerdo que todo ha sido un sueño, y que nunca será realidad.

jueves, 13 de enero de 2011

Voces en mi cabeza

No hace falta que cada mañana me sonrías al vernos.
No hace falta que me mires cada cinco minutos.
No hace falta que me cuentes chistes malos para verme sonreír.
No hace falta que busques cualquier excusa para hablar conmigo.
No hace falta que guiñes el ojo cuando nos cruzamos.
No hace falta que bromees para alegrarme el día.
No hace falta que trates de ponerme celosa.
Ni hace falta que les hables de mí a tus amigos cuando sabes que te escucho, solo para hacerme sonreír.
Nada de esto es necesario, porque ya estoy celosa, mi corazón ya se acelera con solo verte. Porque yo también busco cualquier excusa para verte, para hablarte. Porque ya sonrió sin que hagas ningún esfuerzo…
Porque ya eres la voz que hay en mi cabeza, que me dice que te echo de menos.
YOU’RE ALREADY THE VOICE INSIDE MY HEAD

miércoles, 12 de enero de 2011

Poemas

Todo comenzó con un poema, un trozo de papel que hoy estará escondido en un cajón de tu corazón. Un montón de palabras que no dicen nada, pero que lo dicen todo, un amor de niña impreso, ya olvidado, pero que sigue latiendo en mi interior.
Tal vez algun día lo encuentres y me recuerdes como entonces. Yo seguiré aquí, esperándote, guardando cada uno de los regalos que me hiciste como un niño, para luego crecer y quedarte ahí, tan cerca pero tan lejos.
Sólo aquel trozo de papel sabe el dolor que sentí, aquel trozo de papel con el que me contestaste al poema, dejándome tan solo unos pocos días sentir que eras mío, que te tenía para siempre.
Inútil ilusión de niña tonta, que hoy tras tantos años, sigo siendo. Y lo siento cada vez que cruzas esa puerta, cada vez que no llegas y no sé donde estás, para más tarde aparecer con la mayor de las sonrisas para mí, sólo para mí.

lunes, 3 de enero de 2011

Maldita inspiración

La inspiración viene y va, y no siempre aparece cuando la necesito. Hoy mi inspiración se ha ido con él, y me temo que para no volver jamás. No le siento junto a mí, a pesar de que solo necesito alargar la mano para tocar su piel. Es lo que necesito, reunir el valor para acariciar su pelo y sentir el calor de su cuerpo atravesando cada poro de mi piel.
Necesito inspiración, no para escribir los más bellos versos, sino para encontrar las palabras que le hagan comprender los sentimientos que se esconden en lo más profundo de mi alma y me desgarran en pedazos con cada beso, con cada abrazo para ella, mientras a mí solo me reserva guiños infantiles que revuelven mis sentimientos haciéndome pensar que en tu corazón hay algo más.
Inspiración para comprender la verdad que se esconde tras esos ojos que me aceleran el pulso y me reviven cada mañana. Inspiración para leer cada palabra de esos labios que llenan de luz mi día con su sonrisa, y disipan la oscuridad de una noche vacía sin ti. Inspiración para fingir indiferencia cuando me encuentras con los ojos clavados en ti. Inspiración para comprender que nada de lo que pueda hacer conseguirá que sientas una parte de lo que yo siento. Inspiración para reprimir cada impulso que me empuja hacia ti. Reprimir ese impulso que me lleva a un final.

Al final de una vida sin ti.

domingo, 2 de enero de 2011

Sentir

Sentir.
Tu piel tan cerca de la mía que sentí que el corazón se desbocaba, que quería escapar y gritarle al mundo entero que te quiero, que te quiero por encima de todo, con tu cara de niño bueno, con tus idas y venidas, con tu poco tiempo en mi vida.
Quería romperse en mil pedazos y con cada uno de ellos dejar una huella imborrable que te recuerde cada momento, cada instante, lo mucho que te necesito, a mi lado cada segundo, sin perderte, y saber que estarás allí, para hacerme reír, y, más tarde, cuando esté en mi cama, tan lejos de ti, hacerme llorar por esos momentos que compartimos, y en los que fui tan tonta, tan cobarde, que no te dije te quiero.
Necesito que estés a mi lado y me hagas sentir la persona más importante del mundo, sólo porque tú estas aquí, estrechándome en tus brazos, mientras te encuentras tan profundo en mi corazón. Y no separarme nunca de ti, no tener que sentir de nuevo la angustia de no saber si aun te acuerdas de mí, si sigues pensando en mí con tanta intensidad como yo te recuerdo, deseando a cada momento estar contigo, aunque sea el último momento de mi vida.
Y volver a sentir tu piel.

sábado, 1 de enero de 2011

El comienzo

No todos los comienzos son buenos.
Para ello es necesaria una persona que me tome de la mano y me guíe, hasta más allá del infinito, hasta donde la vista no alcanza. Poder ver cada detalle que me ofrece el Universo y sentir que todo es mío. Cada color que inunda mis pupilas, cada susurro del viento que roza la piel y la hace estremecerse, cada olor que evoca un millón de recuerdos, cada sentimiento que me transporta a un mundo mágico en el que todo es posible.
El mundo de los sentimientos es un laberinto sin salida en el que no es posible dar marcha atrás. Cada paso que doy es un paso a ciegas que no puedo borrar. Es una marca en la roca del corazón, de la que solo el paso del tiempo podrá limar las asperezas. Una herida de guerra de una batalla en la que no quería luchar, que pretendía ser un paseo por las nubes agarrada de su mano.
Agarrada a la mano de mis sueños. Mis sueños en blanco y negro y sin sonido, en los que, hace mucho, mucho tiempo, me querías. Mis sueños de una vida junto a ti, en los que cada segundo estaba hecho para nosotros. Esos sueños que aparecen en mi vida como una piedra con la que no solo tropiezo, sino que me golpea en la cabeza una y otra vez, sin conseguir despertarme a esta realidad en la que no hay un nosotros, solo un vosotros y un yo.