Pasan las horas, pasan los días, pasan los meses, pero todo
sigue ahí, intacto como el primer día. Aun a riesgo de exagerar, más impactante
que el primer día. Esa es la palabra, impactante. Todo lo que le rodea, cada
momento que le recuerda aquello es un pequeño impacto contra sus sentimientos.
Pero no debe olvidar que un impacto puede parar un corazón,
o devolverlo de entre los muertos.
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